Juan, Miraflores
Existe un comportamiento sexual
denominado amiquesis: la excitación dependiente del hecho de rascar la piel de
la pareja durante el intercambio erótico.
Si su dama sólo puede excitarse o llegar al orgasmo mediante dicha
práctica sobre su epidermis, es posible que sea presa de esta filia
irrefrenable y difícilmente manejable.
Lo que para usted son desagradables rascaduras son para ella apasionadas
caricias que podrían ir in crescendo. En
el Campo de Venus el goce debería ser, en lo posible, mutuo: mida el grado de
dependencia de su pareja al rascamiento comunicándole verbal o corporalmente,
su disgusto. Si la reacción es negativa,
defienda con uñas y garras –figurativamente hablando- su propio derecho al
placer.