Paradoja: el agua, que esencialmente
moja, en el jacuzzi puede secar. Hay
testimonios contradictorios al respecto, pero a usted el agua pareciera no
ayudarla al eliminar su lubricación natural y posiblemente también la de su
marido. No es grave. Existen en el mercado lubricantes especiales
para el sexo acuático. Nos preocupa sin
embargo la posibilidad de que su falta de lubricación rebase los ambientes
hídricos, en cuyo caso usted debiera indagar sobre sus posibles orígenes y
quizá descartar, mediante examen médico, causas orgánicas como alteraciones
hormonales, efectos de medicaciones o infecciones vaginales.
jueves, 31 de octubre de 2013
¿Es posible contraer alguna enfermedad de transmisión sexual mediante el sexo oral? Mi pareja insiste en que lo haga y no me animo.
Siempre que usted practica el sexo
oral a un caballero, existe el riesgo de transmisión de ETS. Algunas de ellas son el herpes, la clamidia,
la gonorrea, la hepatitis B y las verrugas genitales. Hay noticias de que el VIH también puede
contraerse así y, aunque el riesgo sea más bajo, debe tomarse en cuenta. Por esto se recomienda practicar la felación
con la intermediación de un preservativo.
Si usted, segura a ciencia cierta de que su novio se encuentra en
perfecto estado de salud, procediera sin dicha protección, no debiera correr
peligro. El riesgo de embarazo está
absolutamente descartado. Hay féminas
para las que este proceder es muy excitante, pero a otras les resulta
desagradable. Cuestión de gustos que, en
el Campo de Venus debieran ser siempre compartidos por ambos participantes.
Me gusta el “sexo duro” y dicen que el pene se puede fracturar. ¿Es cierto?
Sí.
Aunque el pene no contiene estructuras óseas, existe la denominada
“fractura del pene”: la ruptura de la capa gruesa que envuelve las estructuras
internas del miembro y que, al quebrarse, produce un chasquido, dolor e
inflamación. Esto sucede con el pene
erecto y suele ocurrir durante performances “duras”, aunque no exclusivamente. Pero no se imagine usted paseando su
fracturado miembro viril enyesado y sostenido por un cabestrillo. En casos de lesiones leves, basta la
aplicación de hielo, analgésicos y antiinflamatorios, pero otros requieren
pronta cirugía. Recomendamos acudir al
médico a la menor percepción de aquel doloroso chasquido febril.
Mi novia, virgen, quiere tener relaciones conmigo. Soy casto. Temo que le duela demasiado y que no quiera hacerlo más. ¿Hay manera de evitarlo?
Sí, aunque los nervios y la
inexperiencia no suelan favorecer el disfrute de este acto inaugural. Pero el dolor de las féminas no se debe a la
ruptura del himen, la muy flexible membrana que no obstruye la vagina del todo
pues tiene una o varias “entradas”. El
pene en realidad no tiene obstáculo que romper; debería deslizarse suavemente
por alguna de dichas entradas sin causar dolor.
Cuando éste existe, es porque la dama, presa de la tensión, contrae los
músculos vaginales o porque su caballero está siendo rudo. Toda la calma, lentitud y suavidad posibles
son sus aliados; la prisa y la brusquedad, los enemigos. Tenga un buen lubricante a mano. Prolongue los juegos previos que distienden y
excitan; lo demás vendrá por añadidura.
Ojalá también un gozoso futuro en el Campo de Venus.
miércoles, 30 de octubre de 2013
Salgo con una chica que quiere que la muerda y me muerde durante el sexo, al punto de causarme dolor y dejarme sus dientes marcados. ¿Tendrá un problema psicológico?
La tendencia a procurarse excitación
sexual al morder o ser mordido se denomina odaxelagnia y se considera inocua
pues, en ella, de mordiscos de pequeña intensidad se trata. Son muchas las personas que encuentran placer
intercambiando mordisquitos en distintas partes del cuerpo durante las lides en
el Campo de Venus. Pero los mordiscos de
su dama, que pareciera rozar más bien las fronteras del vampirismo, no son
inofensivos. Las magulladuras y el dolor
que su voraz amante le regala hacen sospechar de cierta tendencia
sadomasoquista que usted no parece compartir.
Cuidado. Un apretón más de mandíbula
puede tornar en bocado y en derramamiento de sangre.
Al despertar después de una noche de mucho alcohol siento una excitación sexual incontenible, a pesar de la terrible resaca. ¿Es normal?
La “resaca caliente” es un fenómeno
muy común y paradójico. Si la excitación
está relacionada con los niveles de testosterona y el alcohol disminuye la
presencia de esta hormona, ¿cómo es posible sentirse tan excitado después de
una noche de copas? La ciencia intenta
explicarlo: cuando la testosterona baja, los receptores cerebrales y de la
glándula pituitaria reciben el mensaje de que el organismo debe secretar más
hormonas inductoras de testosterona, y así lo hace. Despreocúpese. Sus ímpetus podrán ser satisfechos llevando
su resaca a cuestas en la medida, claro, en que el dolor de cabeza, la
deshidratación y las náuseas se lo permitan.
Eso sí, recuerde que beber en exceso no es saludable.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)