miércoles, 14 de mayo de 2014

He descubierto que mi amante, casado, tiene otra amante y no puedo tolerarlo. ¿Tengo autoridad moral para manifestárselo?


Su duda, que tormentosa crece, pareciera concernir más al mundo de la ética que al del Campo de Venus.  Pero muchas veces estas fronteras son difusas e irreales.  Su pregunta demuestra que en el territorio del “engaño” o más aún, en este mismo, los amantes clandestinos pretenden vivir entre ellos una pasión cuya verdad, por contraposición a la mentira “oficial”, es inquebrantable, fruto del puro deseo.  Expresa usted que el afán de exclusividad y de propiedad aflora sin aviso e, incluso, con más fuerza donde se supone reina la libertad.  Se siente ahora un eslabón de la delicada –y quién sabe cuán larga- “cadena alimenticia del deseo”.  Piénselo: ¿tiene usted el derecho de confesarle a su caballero que sólo quiere ser su única “otra”?



¿Cómo se les debe explicar a los niños el significado de dos hombres que se besan en la boca?




Si esta explicación no fuera pedida por los infantes, quizá dados a percibir este acto con la naturalidad de la que muchos adultos son incapaces, no habría por qué dársela.  Si de ellos naciera la demanda, se evidenciarían un incipiente prejuicio cultural tempranamente inoculado o el mero asombro frente a una escena nunca vista, y entonces se impondría una explicación.  Hay besos y besos: los cariñosos y los eróticos, sin distinción de géneros.  Es lo que los pequeños debieran saber: que los besos entre los hombres son  y expresan lo mismo que los besos entre hombres y mujeres.  Usted estaría en mayores aprietos si un avispado niño repreguntara por qué los varones no se besan en los cines, en las veredas, en los parques.  Pero tendría que responderle.



Tengo 18 años. Quisiera saber si es normal que me atraigan las mujeres maduras. ¿Podría tener un inconveniente a futuro?




No es anormal que usted se sienta atraído por las damas entradas en años.  Esta tendencia, bastante común, suele explicarse por el hecho de que ellas serían más independientes, controladas emocionalmente y aventajadas en su experiencia sexual.  Pero quizá radique simple y llanamente en una enigmática cuestión de gustos.  No vemos más inconvenientes que la posibilidad de ser objeto de miradas o comentarios censuradores, que bien podrían ignorarse.  Si usted entablara una estable y duradera relación con una mujer añosa y anhelara traer vástagos al mundo con ella, deberá cuidar que no sobrepase la edad reproductiva.  Sepa que las féminas pueden llevar una intensa vida sexual hasta muy adentradas en la tercera edad.


lunes, 12 de mayo de 2014

Mi novio intenta convencerme de que le practique sexo oral diciéndome que el semen mejora la piel y la salud. ¿Es cierto?




Consta en los papiros egipcios que la hermosa Cleopatra disponía de un fiel esclavo que le proveía de esperma para aplicárselo en el rostro: el secreto para preservar belleza y salud.  Científicos modernos señalan que el semen contiene antioxidantes que disminuyen las arrugas, suaviza la piel y alivia el acné.  Existen múltiples cremas faciales en base a este ingrediente.  Pero su caballero pareciera tener en mente algo más que el uso local de su líquido seminal.  Investigadores norteamericanos afirman que las bebedoras tienen un 40% menos de posibilidades de desarrollar cáncer.  Se le atribuyen también beneficiosos contenidos de vitaminas C y B12, calcio, magnesio, fósforo, potasio y zinc, proteínas y sodio.  La felación tendría un beneficio mutuo, y usted se nutriría sin engordar.  Pero no es verdad tanta belleza: muchas son las enfermedades transmisibles por vía oral.



Dicen que existe un aparato llamado Orgasmatrón, que sirve para tener orgasmos. ¿Es verdad?





El Dr. Stuart Meloy afirmó haber inventado un implante que causa orgasmos con sólo pulsar un botón: el Orgasmatrón, una pequeña caja conectada a la columna vertebral, que emite señales de placer a discreción.  Cuando Meloy trabajaba con implantes electrónicos para aliviar dolores, un paciente manifestó un efecto secundario nada deleznable: la ocurrencia de un orgasmo.  El doctor creyó ostentar la herramienta para tratar disfunciones sexuales, pero su Orgasmatrón se quedó estancado por sus altísimos costos y la falta de aprobación de la FDA. El dispositivo aún no ha demostrado sus virtudes.  No se le corra fingir dolores para acudir al Dr. Meloy con segundas intenciones.